COMUNICADO
DEL FORO POR LA MEMORIA DEL BAJO GUADALQUIVIR FRENTE A LAS MUESTRAS DE
IMPUNIDAD DE LA EXTREMA DERECHA EN SEVILLA CAPITAL Y PROVINCIA
Agrupaciones vinculadas a la extrema derecha como
Partido por la Libertad, Manos Limpias, Foro Sevilla Nuestra o CAIS han
participado este sábado en distintas actividades en Sevilla y San Juan de
Aznalfarache, con el beneplácito y amparo de instituciones y centros públicos.
Foro por la Memoria del Bajo Guadalquivir. 22/2/2014.
El pasado 8 de Febrero se produjeron diversos actos
promovidos por la ultra derecha en Sevilla y San Juan Aznalfarache.
Por la mañana se realizó una mesa redonda en el Centro
Cívico “Las Sirenas” en la Alameda de Hércules, con representantes del
sindicato Manos Limpias, Foro Sevilla Nuestra y asociación vecinal CAIS.
Posteriormente partió una manifestación con el lema “Vuestra corrupción la
pagamos nosotros”, que terminó en la sede de UGT, con el depósito de langostinos
podridos en sus puertas.
Ya por la
tarde, en San Juan de Aznalfarache se
presentó el Partido por la Libertad, con delegados del CAIS y un público de
otras organizaciones de extrema derecha, como Respuesta estudiantil o Foro
Sevilla Nuestra.
Desde el Foro por la Memoria del Bajo Guadalquivir denunciamos que dichas organizaciones y
agrupaciones, bajo su tinte demagógico y populista, se encuentra una ideología
xenófoba e intolerante. Como muestra, uno de los representante de Foro Sevilla
Nuestra y de CAIS, Ángel Bordas Guijarr, fue el abogado encargado de defender a la Asociación
Cultural Fernando III en el juicio
contra Josefa Medrano por impedir organizar un
homenaje al escritor falangista Agustín de Foxá. Implicado
también en organizaciones ultraderechistas como Democracia Nacional (estuvo en
sus listas) o la Plataforma Basta Ya de Asentamientos y Gorrillas, y en
actividades colaborando con, por ejemplo, tiendas de propaganda y venta de
motivos fascistas, como Arenal
de Sevilla, o patrullas
vecinales y oposición a la construcción de mezquitas. Como muestra sus
propias declaraciones en twitter, apoyando al
líder de marcado discurso xenófobo Josep Anglada, o a
negocionistas del Holocausto como Nick Griffin:
Por otra
parte, el Partido “por la Libertad”,
tras una pátina de buenas palabras, expresa que la ideología de género es “una
imposición de aberraciones”… No nos extraña, pues, ver poquísimas mujeres
en sus actos. También manifiestan que “el mayor
peligro que acecha a la sociedad civil es la politización y la ideologización”.
No podemos evitar recordar aquellas palabras del dictador cuando aconsejaba “tú
haz lo que yo, no te metas en política”. Tras décadas de represión ideológica,
presos y presas por motivos políticos y de pensamiento, torturas y muertes, los
cachorros de aquellos acólitos del régimen nos recomiendan lo mismo. Eso sí,
sin percatarse de que sus palabras, sus actos, también forman parte de una
ideología, y muy clara… Como observamos cuando afirman que “el
comportamiento de inadaptados, traficantes de drogas, borrachos y gorrillas
impiden que su barrio sea habitable”.
El
manifiesto leído en esta movilización terminó
de esta manera: “es inaplazable acabar con el sistema de financiación
pública de partidos, sindicatos y organizaciones empresariales”, pues “cada
euro que la corrupción maneja es una mella al bienestar social”. No podemos
dejar de recordar que precisamente estas organizaciones han recibido
financiación pública, como podemos ver en la siguiente resolución de subvenciones con fecha de 8 de octubre de 2012,
o
para la celebración del Día de la Hispanidad en Sevilla, a la Plataforma Ciudadana 12 de Octubre, donde se intereconectan
algunas de ellas.
Por todo ello, desde el Foro por la Memoria de Andalucía exigimos al Ayuntamiento de Sevilla, al de San Juan de Aznalfarache y centros como
Las Sirenas de la Alameda, que no permitan manifestaciones de grupos de
ideología xenófoba e intolerante, y aún menos, colaboren en su expresión. Las
instituciones y centros públicos son los encargados de velar por el respeto a
los derechos de toda la ciudadanía, independientemente de su nacionalidad,
raza, sexo o religión; y los responsables de que cuando esto no sea así,
impedir actos en contra de estos derechos inalienables. Es un deber ciudadano y
ético por parte de los organismos públicos la defensa de los derechos humanos,
velar por ellos e impedir cualquier expresión contraria a ellos.